Ayer 7 de agosto hicimos la Calcenada 2010, es una vuelta al Moncayo de 104km con 3mil metros de desnivel.

La corrimos Agustín y yo que salimos desde Villanueva de Jiloca y desde Sitges vinieron Fer, Gaizka y Diego.

Salimos del pueblo a las 5 de la mañana Agustín y yo con las bicis dentro de la VW Touran de Agustín dirección a Calatayud, Morata de Jalón y de ahí por una carretera muy mala hasta Calcena.

Llegamos a las 6:45 aproximadamente con 9,5 grados de temperatura, es decir un frio terrible. Dejamos el coche en la carretera y fuimos a ver si veíamos donde se daban los dorsales y de donde se salía. Al final encontramos que todo estaba montado en con base en las piscinas del pueblo.

Yo tenía el dorsal 368, que por raro que parezca nos dieron un peto tipo los de correr, que acabé montando en el Camelback.

La carrera se hace a pié/corriendo, en BTT y en caballo. Mientras estábamos cogiendo el dorsal entró el primer clasificado a pié, hizo los 104km en 10h45m, entro algo sudado pero tranquilo, a los 5 minutos se fue tan feliz, realmente inhumano.

Fuimos a por las bicis y tuvimos la suerte de encontrarnos a Raúl Muñoz que venía, aunque la corrió, no la hizo con nosotros, sino con un grupo de amigos del gimnasio donde va él habitualmente que iban a bajar tiempo. Digo suerte porque no había cobertura de teléfono y eso nos complicó las comunicaciones. Mientras estábamos sacando las bicis del coche vi pasar el coche con Fer, Gaizka y Diego, algo tarde, ya eran las 8 menos 20 pero a tiempo. Quedamos con ellos en las piscinas, ya que la salida era justo a unos metros de las piscinas.

La salida era a las 8 en puntos, con 900 participantes aproximadamente, no esta nada mal. No es que saliéramos de los últimos, sino que la salida fue a las 8 y Fer recogió el dorsal a las 8:02 aproximadamente, así que salimos los últimos de los últimos. Eso tiene el punto bueno y el malo. El bueno es que adelantas a más gente y el malo que los malos hacen de tapón y no puedes pasarles.

Fuimos todo el rato los 5 juntos, aunque si nos separamos por lo que fuera, quedábamos en los puntos de avituallamiento.

Los primeros 14 kilómetros son de subida, y los primeros 6 aproximadamente de carretera, a partir de ahí empieza la subida por pista, la verdad es que la sensación que me dio es que la primera es de las más duras de toda la ruta y eso que es la primera. Fer salió delante, yo me quedé esperando a Agustín que paró a mear y Diego y Gaizka que iban con demasiada ropa pararon a quitársela. Me sorprendió en exceso la cantidad de bicicletas de carbono muy caras, seguramente por encima de los 3mil euros que la primera de cambio pusieron pié en el suelo e hicieron la primera subida a pié, muchísima gente, no lo acabé de entender.

La primera parada de avituallamiento estaba en lo alto de la primera subida, en el collado de Tranca a 1370 metros, salíamos de Calcena a 811 metros y la pista empezó a los 926 metros, justo en Purujosa a 6 kilómetros de Calcena. Espectacular la organización, una mesa grande con plátanos, naranjas, líquido isotónico, agua y frutos secos salados con las cantidades que quisiéramos. Fer y el resto comieron algo, ya que no habían desayunado y Fer por ejemplo iba sin agua en el Camelback. Salimos todos juntos por una bajada muy larga y peligrosa por la cantidad de gente que había bajando.

No tengo claro que seamos unos animales subiendo, pero bajando creo que éramos de los más rápidos, adelantamos a un montón de gente, y eso con grava de fondo tiene su punto de peligrosidad. Mientras estábamos en el puntos de avituallamiento dejamos pasar a 2 coches, uno de protección civil y otro del DYA que iban con la sirena, justo al final de la primera bajada que era muy rápida había un ciclista que se había caído. No vi nada, pero puedo asegurar que se hizo mucho daño, aunque es normal que con 900 corredores alguno se caiga. Pasamos por algún que otro barrizal que nos dejó llenos de barro o lo que fuera ya de buen inicio.

La siguiente parada forzosa fue después de la bajada y de pasar el pueblo de Barobia a 1126 metros, donde había un punto de avituallamiento que no usamos. La Merida de Agustín tenía problemas con la cadena y la solución fue aceite, fui algo precavido y me llevé el bote de aceite líquido pensando que podría hacernos falta y suerte de ello, creo que casi todos tiramos de él.

Seguimos llaneando y subiendo hasta la población de La Cueva donde paramos en el punto de avituallamiento. Repito que la organización se merece un 10 sobre 10, todo perfecto, nos comimos plátanos, frutos secos salados y rellenamos agua y yo personalmente me hinché a bebida isotónica. Nos tocaba la subida más alta de toda la ruta. Salimos en dirección a El Canto Hincado a 1497 metros. La verdad es que la subida era constante y a mí no se me hizo dura, así que con plato pequeño y piñón grande la subí sin problemas. El resto la subieron bien menos Diego que iba muy cansado, cosa rara en él y además con problemas en la pata de cambio trasera, después de una caída tenía la pata doblada y no entraba el piñón grande, así que cuando todos íbamos con todo metido él no podía ir con molinete y el esfuerzo era mayor. La bajada de El Canto Hincado muy rápida, con mucha graba y nosotros adelantando gente. Hubo un par de momentos de peligro cuando estuvieron a punto de caerse Gaizka y Diego, pero por suerte no pasó nada. Vimos al final a un ciclista que volvía lleno de sangre, seguramente con nada roto, pero estoy seguro que 24 horas después aún se está sacando piedrecitas que tiene incrustadas en algún lado 🙁

De ahí por carretera fuimos “volando” hasta San Martin donde paramos de nuevo en otro avituallamiento, con eso nos pasamos uno o dos no lo recuerdo. Volvimos a rellenar, ya íbamos con más de 50 kilómetros debajo del culo. La siguiente parada fue en Litado, el punto más bajo antes de empezar a subir los 2 piquitos que hay antes de grande del final.

Entramos en el pueblo de Litago con 62 kilómetros hechos, lo primero que vimos fue un tirador de cerveza, ahí dejamos las bicis. Había un montón de gente, era un punto de avituallamiento grande y podías parar a comer. A parte de los líquidos de siempre, había CocaCola, Café, Leche caliente y fría y se podía comer ensalada de pasta con salsa rosa (la salsa rosa nos hizo desistir a todos de la ensalada) y bocadillos de jamón serranos. Así que buscamos una mesa con 5 sillas e hicimos una parada para comer y descansar. Bebimos cerveza, Isostar, rellenamos los bidones y Camelbacks de agua, comimos fruta, pastas de pastelería, vamos todo un festín. La gente que estaban ayudando y sirviendo, posiblemente voluntarios, le ponían muchas ganas, se preocupaban muy mucho de que a nadie le faltara de nada, repito la organización realmente espectacular. Después de poner aceite en algunas cadenas nuestras y de otros corredores que nos vieron con aceite y nos pidieron seguimos la ruta.

El primer piquito cerca de Añon se hizo bien, el segundo de Cerros de la Silla de subida de asfalto pero recta que podías ver a todos los ciclistas que iban por delante, costó algo más, pero lo superamos.

De ahí bajada por mala carretera asfaltada hasta Talamantes, y empezamos ya la última subida, que fue la más dura de toda la ruta. En las paradas íbamos preguntando y hablando y la verdad es que sensación de dureza si, pero todos nos imaginábamos que sería mucho más dura de lo que realmente fue. Lo malo de subida al Alto de la Tonda es que en desde Talamantes a 899 metros empiezas a subir, dura y constante con pista en más o menos buen estado y con 77 kilómetros hasta justo donde empieza la Tonda en el kilómetros 89 con 917 metros de altura. El Alto de la Tonda acaba con 1165 metros en el kilómetros 92. Son 3 kilómetros con un desnivel muy elevado, donde la mayoría de gente subía a pué, con un calor por encima de los 25 grados y el sol pegando como nunca. Fer y yo la hicimos toda encima de la bici, aunque Fer tenía molestias en una pierna  tiraba más de la otra el resto subieron gran parte a pié, el estado de la pista ano ayudaba y además el grado de inclinación y los kilómetros debajo de las piernas tampoco. Realmente esta es la subida dura de la ruta, pero toca con más de 90 kilómetros debajo del culo, es decir un montón.

La bajada después de llegar al alto fue muy rápida, aquí ya encontramos bastantes caminantes de los que salieron la tarde anterior para hacerla a pié. Agustín voló en la bajada, yo diría que más que volar iba en caída libre, impresionante la velocidad que cogió bajando con una rígida, Fer y yo íbamos justo detrás de él sin posibilidad de adelantarle y por caminos desconocidos, adelantando gente a pié y ciclistas que iban mucho más lentos que nosotros bajando.

Llegamos a la carretera que nos debía llevar a Calcena en el kilómetro 99 con 736 metros de altitud, faltaban 5 kilómetros de carretera hasta Calcena que esta a 811 metros, con lo que eran de subida. Empecé a tirar bastante bien, aún me quedaba algo para gastar, Agustín se pegó a mi y el resto fueron algo más lentos en llegar, pero el objetivo no era hacer tiempo, sino hacer la carrera.

Objetivo cumplido en 8 horas 40 minutos, Calcenada 2010 de 104 kilómetros y 3mil metros de desnivel hecha. Al final de la ruta, la organización te recogía el dorsal, y te daban un diploma de participación con el tiempo a la vez que te felicitaban con haberla finalizado. El que la ganó este año la hizo en 4 horas 41 minutos, entiendo que no paro a comer en ningún punto y no tengo claro si disfrutó o no del paisaje que realmente es espectacular. Nosotros nos marcó el GPS que tiempo de parada 1 hora 30 minutos, es decir encima de la bici pedaleando 7 horas 10 minutos aproximadamente, no está mal.

Vale mucho la pena por el paisaje y la organización, no es nada cara pero el año que viene si la repetimos lo haremos de forma diferente, posiblemente una tienda de campaña al lado del coche en el descampado acomodado para parking como había mucha gente este año y seguro seguro crema solar, ya que con el calor y el sol nos quemamos todos. Nos ha quedado la marca del pantalón y los calcetines en las piernas y de la camiseta y de los guantes en los brazos, es mas tenemos la marca de las cintas del casco en la cara, es decir el sol calentó de lo lindo.

Colgaré en breve la ruta en la web en otras rutas, con las fotos y seguramente con el mismo texto del blog como comentarios. Mi Garmin Forerunner 305 pasó a mejor vida ayer, se paró varias veces con lo que me faltan 14 kilómetros de la ruta en total y los últimos 10 kilómetros no me encontró ningún satélite con lo que entiendo que se ha muerto del todo. Me toca buscar uno de nuevo, seguramente un Edge 705, a ver si encuentro algo bien de precio en eBay. Comento lo del GPS porque la ruta que tengo no es completa hecha por nosotros, así que debo hacer un corta y pega con la ruta que hay colgada en la web de Calcenada, que no es exactamente igual que la ruta que hicimos este año, aunque creo que seré capaz de adaptar realmente las partes que faltan a la ruta de mi Forerunner a la que realmente fue. Fer y Gaizka se dejaron el GPS en casa y a Diego se le paró, con lo que estamos todos igual.

La parte mala de la salida se la llevaron los de Sitges/Sant Pere de Ribes, que saliéron a las 3 de la mañana de Sitges y a las 11 que les llamé por segunda vez para saber que tal, estában aún en Igualada, con lo que les faltaban unos 40 minutos para llegar, entre descargar y demás casi 24 horas de pié con un palizón de kilómetros en bici y en coche.

Cuelgo a continuación las fotos de la salida.

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